Una de las ventajas del proceso de soldadura láser, es que no requiere una reposición constante de consumibles. Esto se da gracias a que los consumibles que necesitamos se pueden diferenciar en 2 grandes grupos: 1 grupo que se encarga de cuidar la luz (protector de lente) para el cual va a ser fundamental la limpieza y otro que es aquel que está en contacto con el material.

El segundo grupo,que está compuesto principalmente por la boquilla que tiene una reposición muy baja por 2 razones principales. La primera es que al tener una zona afectada por el calor muy baja, el desgaste del consumible es mucho menor a los demás procesos. La segunda razón, es que gracias a la ausencia de proyecciones, la boquilla va a poder soldar continuamente sin encontrarse con ninguna obstrucción.

De todas formas, para poder obtener buenas soldaduras es fundamental el mantenimiento y limpieza de los pocos consumibles que este proceso posee. 

Protector de lente: Es importante mantenerlo siempre limpio ya que de no ser así el equipo va a empezar a demandar más energía para el mismo trabajo. Lo ideal es realizar una limpieza externa cada 8 horas, con hisopos de microfibra (que no son reutilizables), utilizando guantes y sin tocar el centro del lente. 

Este consumible dura alrededor de 200hs de trabajo continuo, luego de esto es necesario reponerlo.

Filtros para el chiller: Para mantener una correcta refrigeración del equipo es fundamental el recambio de agua destilada, que se realiza cada 6 meses. Además, es importante que cada 3 cambios de agua realicemos una limpieza y cambiemos estos filtros cada 18 meses.

Sirga: Este consumible funciona igual que en el proceso MIG, es decir que dependiendo del material con el que vayamos a soldar debemos cambiar el tipo de sirga que estemos utilizando. Lo ideal es reponer este consumible por cada rollo de alambre consumido.

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