Los equipos con tecnología inverter, utilizan componentes electrónicos, (siendo los transistores IGBT unos de los más importantes), para rectificar la corriente alterna de entrada, ya sea monofásica o trifásica, en corriente continua de soldadura.
Entonces es importante romper un mito: La tecnología inverter es un modo de transformar la corriente que puede ser aplicado en cualquier proceso de soldadura, MMA, MIG-MAG, TIG, y no se limita solo al proceso de electrodo revestido. Esta aclaración viene a colación de que suele asociarse al término “inverter” exclusivamente con los equipos compactos, livianos utilizados para soldar sólo electrodo revestido (MMA).
El hecho de prescindir de sistemas electromagnéticos como los transformadores bobinados tradicionales, permite lograr equipos de peso y tamaño reducidos, y fundamentalmente con un control más preciso del arco de soldadura.
Por otro lado, al tratarse de un equipo electrónico, está compuesto como decíamos, por componentes electrónicos (hardware), pero a la vez, cuenta con una parte “blanda”, de programación (software), que le permite al fabricante añadir funciones específicas (hot start, arc force, anti stick, etc) a los equipos, que facilitan el proceso de soldadura.
Vale mencionar la importancia de contar con un servicio técnico oficial y que trabaja internamente en la empresa, ya que será quien tenga acceso a modificar o restablecer dichas funciones en caso de sufrir algún problema técnico.
Podemos decir, que un equipo inverter, requerirá un mantenimiento similar al de una CPU de una computadora. Si bien, posee una robustez y protección mayores, habrá una serie de prácticas que favorecerán a extender la vida útil del equipo.
En primer lugar, los equipos inverter son más sensibles a los cambios de tensión y corriente de alimentación, en comparación con aquellos que funcionan con sistemas electromagnéticos (bobinados). Estos cambios pueden ser externos (por ejemplo, zonas con valores de tensión por encima o por debajo del valor de red), o internos (vinculados algún problema intrínseco del equipo).
Es por ello que, previo a utilizar el equipo:
Verificar la conexión adecuada de todos los conectores (pinza de maza, torcha o pinza porta electrodo según cada caso) para lograr buena conductividad eléctrica.
Al finalizar el uso del equipo:
Para llevar a cabo esa limpieza, el equipo deberá estar desenchufado y puede utilizarse un “soplete” (compresor de aire). Puede realizarse abriendo el gabinete del equipo o bien,
11. En el caso de los equipos trifásicos, se deberá prestar especial atención al cableado del enchufe. Generalmente son enchufes trifásicos de 32A, cuyas fases podemos denominarlas T1,T2, T3, o bien R,S,T y cuyos colores de cables pueden variar, sin afectar el modo en que se conecten. Sin embargo. El cable de tierra (verde y amarillo), deberá conectarse sí o sí en el terminal correspondiente cómo indica la figura.
En el caso de los equipos trifásicos de RMB no utilizan el neutro.